Investigadores europeos están estudiado el funcionamiento de los ojos de los insectos con el fin de diseñar y fabricar el primer ojo artificial en miniatura de superficie curvada, que será similar al de la mosca del vinagre. El proyecto Curvace, financiado por la CE, tendrá aplicaciones en campos como la automoción, la robótica móvil, la confección inteligente y medicina.