Junto al conocimiento del genoma de las plantas que nos dan de comer, dos expertos proponen fijarse en las pinturas artísticas para hacer un seguimiento de la historia moderna de frutas, verduras y semillas. Los aficionados a los museos están invitados a colaborar.
Investigadores del Centro Nacional de Aceleradores han analizado con técnicas nucleares el cuadro El Cristo Crucificado, en Sevilla. Los resultados han permitido conocer los daños y modificaciones que ha sufrido esta obra de arte sin deteriorarla, una información que facilita las tareas de restaruración. Lo que de momento no se ha podido confirmar es si el cuadro fue pintado por Juan de Espinal, como afirman la mayoría de los expertos.
La proporción de rojos y verdes en la puesta de sol de un cuadro permite deducir la cantidad de aerosoles que había en el cielo en el momento en que se pintó. Así lo sugiere un análisis de obras maestras efectuado por científicos griegos. El trabajo es un ejemplo de la información ambiental que se puede obtener de las pinturas.