Este compuesto, creado por un equipo liderado por el CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia, es capaz de inhibir la tormenta de citoquinas asociada a la inflamación grave conservando la inmunidad innata. Se ha denominado AG5 y no muestra toxicidad en modelos animales validados.
Una investigación publicada en JAMA ha comparado la administración de antibióticos más placebo con antibióticos más corticoides en pacientes con neumonía grave a lo largo de 8 años. Los resultados demuestran que en el grupo de pacientes que recibían corticoides había una reducción significativa del fallo de tratamiento, que incluye la mortalidad, desde el 31% al 13%.