Los corrimientos de tierras de sedimento (arcilla y arena) pueden moverse a una velocidad muy superior bajo el agua que sobre ella y cruzar así el fondo de los océanos a más de 100 kilómetros por hora. Éstas son las conclusiones del profesor Anders Elverhoi, de la Universidad de Oslo, que ha dedicado los últimos diez años al estudio de los corrimientos de tierras submarinos.