Desengaño, euforia y recapacitación han caracterizado los 30 años de historia del VIH. Aunque en 1996 aparecieron los primeros medicamentos antirretrovirales (ART) que cambiaron el espectro del sida, el diagnóstico precoz, la vacuna preventiva, la erradicación del virus y la eliminación de los estigmas constituyen los futuros retos de una enfermedad que reclama la implicación de todos.
“Más de la mitad de las personas afectadas por el VIH en el mundo son mujeres”, según Piedad Arazo, presidenta del Congreso Nacional sobre el Sida que se celebra estos días en Zaragoza. El seguimiento irregular del tratamiento antirretroviral y su interacción adversa con los anticonceptivos orales son algunas de las razones que convierten las mujeres en un colectivo especialmente vulnerable a la infección.