Un grupo internacional de investigadores desvela cómo una duplicación génica que ocurrió hace millones de años permitió la evolución del gen ASF1b, involucrado en el cáncer. La duplicación del gen original propició una separación y optimización de funciones, lo que pudo suponer una ventaja adaptativa para las células. Los resultados de este estudio representan el primer ejemplo de cómo el contexto genómico influye en la aparición de nuevos genes.