El mismo equipo IDIBAPS descubrió las propiedades de otra molécula, CD6, para tratar el choque séptico de origen bacteriano. Junto con CD5, que se aplicaría en infecciones sistémicas fúngicas, estas dos moléculas podrían dar lugar a una nueva terapia biológica combinada para combatir el choque séptico. La posible aplicación de estas moléculas, todavía en fase experimental, ha sido patentada a través de la Fundació Clínic y el AVCRI.