Un equipo de la Universidad de Sevilla ha patentado un caudalímetro para líquidos basado en técnicas térmicas que es más económico y aporta medidas más fiables que los actuales. Estas medidas resultan necesarias para facturar el consumo en numerosos procesos de la industria química, farmacéutica, agroalimentaria o de depuración de aguas, por lo que se busca que sean lo más precisas posible.