Los félidos con dientes de sables, un grupo de hipercarnívoros ya extinto que se caracterizaba por tener unos caninos largos y estrechos con los que eran capaces, incluso, de abatir de un mordisco un mamut, tenían una forma de matar a sus presas muy diferente a la de los felinos actuales, que lo hacen por asfixia. Un equipo internacional de científicos ha dado un paso más en el conocimiento de sus estrategias de caza y evidencia que eran distintas según la especie.
Hace 10 años, en 2003, se inició un proyecto de investigación arqueológica relacionado con la Coves del Toll y las Coves Teixoneres de Moià (Bages, Barcelona). Este proyecto surgió de una pregunta muy sencilla: ¿Había competencia por los recursos entre los neandertales y los grandes carnívoros? Poco a poco, la información proporcionada por ambas cuevas ha permitido a los investigadores afrontar no solo esta cuestión, sino también introducir otros debates científicos.
Un estudio, que se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), ha utilizado análisis estadísticos para determinar la dieta de 90 especies de dinosaurios terópodos. Los resultados demuestran que los celurosaurios, los que se parecían a las aves entre los que se encuentran el Tyrannosaurus rex, se alimentaban de plantas de forma habitual.