Las infraestructuras viales sufren un continuo desgaste en sus materiales por las condiciones meteorológicas y el tráfico. Ahora, un proyecto español –con participación de la Universidad de Córdoba y el grupo constructor Azvi– estudia la incorporación de nanotubos de carbono a la construcción de obra civil para hacerla más duradera y controlable de forma remota. Estas estructuras multiplican la capacidad resistente de los materiales de construcción hasta en 50 veces.