Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili han demostrado que la caña común es una buena materia prima para producir tableros de madera sin añadir adhesivos provenientes del petróleo. El producto lo han conseguido con la lignina que desprenden las propias fibras vegetales.
La caña, una planta muy abundante en la orilla de muchos ríos de la Península, altera las comunidades de artrópodos del suelo y reduce el tamaño corporal de estos invertebrados en los hábitats naturales que coloniza, según un estudio publicado en la revista Biological Invasions y liderado por la Universidad de Barcelona.
El Instituto de Biodiversidad CIBIO ha firmado un proyecto de investigación con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) para frenar la expansión de Arundo donax, una de las plantas invasoras más destructivas en California. La investigadora de la Universidad de Alicante, Maria Ángeles Marcos, dirigirá los trabajos centrados en la cochinilla Rhizaspidiotus donacis como uno de los principales agentes biológicos que pueden controlar la expansión de esta planta.