La anomalía congénita caracterizada por la presencia de un ojo único o parcialmente dividido ha sido descrita en muchas especies de vertebrados, incluidos los humanos, y a veces se asocia a la presencia de una trompa o probóscide. Un nuevo estudio analiza el origen embrionario de esta malformación en un embrión de pollo.
Diferentes tipos de ciclopía. / Paul Palmquist-Gomes