El pasado 2 de marzo, el Comité Olímpico Internacional (COI) anunciaba la eliminación del casco en el boxeo para los Juegos de Río 2016 en categoría masculina. La decisión se apoyaba en estudios presentados por la Federación Internacional de Boxeo Aficionado, que desde finales de 2013 había suprimido los protectores en sus combates. Sin embargo, una corriente de médicos, investigadores y profesionales ligados al boxeo se muestran críticos con esta decisión.