Físicos de la Universidad Autónoma de Madrid y el CSIC han desarrollado un método para producir y ordenar nanopartículas de galio. El avance se podría aplicar en diversos campos, como la fabricación de biosensores para detectar enfermedades raras.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con la Universidad de Alcalá, han desarrollado dos nuevos biosensores capaces de detectar el estrés oxidativo que es perjudicial para los organismos que habitan ríos, mares y lagos. Los resultados, publicados en Chemosphere, demuestran su capacidad para localizar la acción de contaminantes emergentes.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid están desarrollando un biosensor para la detección de meningitis bacteriana en tiempo real. El equipo ha planteado combinar sensores sin marcaje secundario, que permiten detectar las bacterias directamente, con anticuerpos sintéticos para obtener un método muy sensible, rápido y económico.
Investigadoras de las universidades de Valencia y Cambridge proponen a la zeína, un material natural obtenido del maíz, como alternativa a los derivados del petróleo para el diseño de dispositivos de monitorización, biokits y biosensores. El trabajo tiene aplicaciones directas en los campos medioambiental y en ciencias de la salud.
Investigadores del centro gallego CiQUS y la Universidad de Oxford han analizado con técnicas de supercomputación el comportamiento de la membrana celular ante la presencia de nanotubos. Los resultados de las simulaciones pueden ayudar al diseño de nuevos canales biomiméticos y su posible aplicación en fármacos o biosensores.
Ingenieros de la Universidad Pública de Navarra han desarrollado nanoestructuras que pueden emplearse como biosensores para detectar marcadores de enfermedades, alérgenos y contaminantes, además de para aumentar la eficiencia de las placas solares. El avance se enmarca dentro de la tendencia de miniaturización de componentes.
Un nuevo sistema de impresión permite la transferencia de diseños producidos con óxido de grafeno a prácticamente cualquier superficie de forma sencilla, económica y personalizable. La técnica no requiere sala blanca ni disolventes orgánicos. Dependiendo de los materiales y su concentración, los dispositivos impresos pueden ser transparentes, ofreciendo nuevas posibilidades para la electrónica portátil y flexible. El método, desarrollado y patentado por Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología, se presenta esta semana en el Mobile World Congress de Barcelona.
Investigadores del centro tecnológico IK4-TEKNIKER y la Universidad Complutense de Madrid están desarrollando biosensores para la detección electroquímica de marcadores relacionados con el cáncer y las enfermedades inflamatorias en suero humano. La tecnología se encuentra en fase de automatización y abre la puerta al futuro desarrollo de terapias personalizadas.
Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Swiss Federal Institute of Aquatic Science and Technology ha comprobado que las algas pueden actuar como biosensores para detectar la toxicidad de estas nanopartículas de plata, uno de los nanomateriales más usados.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han descubierto y patentado un nuevo método de medida que incrementa la capacidad de detección de sustancias biológicas en biosensores ópticos. Los resultados se publican en la revista Sensors.