Un equipo de científicos de EE UU y China ha desarrollado un nuevo teclado que utiliza patrones biométricos para reconocer a los usuarios autorizados y evitar el acceso a personas ajenas al ordenador. El dispositivo no necesita batería y el material que lo recubre repele la suciedad. Según los desarrolladores, este sistema puede tener aplicaciones en ciberseguridad e inteligencia artificial.