Investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana han llevado a cabo un estudio sobre la eficacia de la recolección de bellotas por las poblaciones humanas del Pleistoceno en la Sierra de Atapuerca (Burgos). La investigación demuestra que el consumo ciertos vegetales resultaba más eficiente desde el punto de vista energético que el aprovechamiento de recursos animales.
Un estudio del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales indica que la detección de distintos tipos de peligro a través del olfato cambia la manera en que los roedores buscan y manipulan las bellotas. Debido al papel clave que tienen estos animales como dispersantes de semillas, esto puede afectar a la regeneración natural de las plantas.
Tras dos años de estudio en cinco paisajes degradados del Parque Nacional de Sierra Nevada (Granada), los científicos han determinado por primera vez que los ratones de campo consumen sobre todo las semillas de encinas y pinos, lo que provoca una degradación de los hábitats, y la extensión de matorrales en los bosques.
Bellota consumida por roedores.
Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con la Universidad de Alicante, ha descubierto que Thorectes lusitanicus es la primera especie de escarabajo conocida capaz de arrastrar, consumir y enterrar las bellotas de diferentes especies de Quercus, como alcornoques, encinas y robles.