Científicos europeos y de China han diseñado un experimento que simula la formación de diminutas y efímeras balsas lipídicas en la membrana celular sustituyendo una proteína transmembrana por un nanotubo de carbono. Así han descubierto un nuevo papel del colesterol que puede ayudar a comprender el desarrollo inicial de algunas enfermedades, como la de Creutzfeld-Jacob o el SIDA.