Cerca de la ciudad de São Paulo, en Brasil, se encuentra el tranquilo balneario de Aguas de Lindoia, famosas por sus propiedades curativas. En 1926 lo visitó Marie Curie para experimentar las burbujas radiactivas de una de sus piscinas. Hoy es el centro de peregrinación anual de los físicos brasileños, según cuenta a SINC la investigadora Marcia Barbosa de la Universidad Federal de Rio Grande del Sur.