Investigadores europeos han identificado 39 proteínas que interactúan con las toxinas de las células humanas infectadas, lo que supone un paso importante para descubrir el origen de las infecciones bacterianas. Este hallazgo, producido en el marco del proyecto “Proteoma de interacción”, podría desembocar en nuevos objetivos para el tratamiento de las enfermedades humanas en el futuro.