Un grupo internacional de científicos revela cómo los microorganismos en la zona mesopelágica, incluso bajo la capa de hielo de la Antártida, tienen la capacidad de utilizar compuestos de azufre inorgánico como única fuente de energía para capturar dióxido de carbono. El artículo que se publica en Nature Microbiology aporta nueva información sobre el proceso de fijación de carbono en capas adonde no llega la luz solar.
El azufre es un elemento químico conocido por ser dador de electrones, pero en determinadas circunstancias puede actuar como un repelente magnético. Investigadores de la Universidad de Málaga y otros centros internacionales lo han descubierto al analizar la estructura electrónica de nuevas especies moleculares orgánicas.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, el Observatorio Astronómico Nacional y el CSIC han encontrado una sobreabundancia de azufre en la vecindad de dos protoestrellas jóvenes. El análisis químico de este fenómeno podría ayudar a entender mejor la formación de planetas y aspectos sobre el origen de la vida.
Investigadores de las universidades de Córdoba y La Sapienza de Roma han desarrollado un prototipo de batería con iones de litio y azufre que duplica la duración de los actuales dispositivos de generación de energía. Además, este acumulador de energía es más seguro que prototipos precedentes.
Un equipo científico, en el que participan investigadores de la Universidad de Barcelona, ha identificado en bacterias una nueva vía de producción de sulfuro de dimetilo, un compuesto orgánico volátil sulfuroso que destaca por su potencial participación en la regulación global del clima. Hasta ahora los investigadores pensaban que la vía principal para producirlo era el catabolismo microbiano procedente del plancton marino.
Un trabajo del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca, en colaboración con investigadores alemanes. explica los cambios metabólicos y de expresión de genes vegetales cuando falta uno de sus nutrientes esenciales: el azufre. Los científicos han explicado los mecanismos bioquímicos que se ponen en marcha para que las plantas puedan adaptarse a esa deficiencia nutricional.
El análisis de los isótopos estables del carbono, el nitrógeno y el azufre en las plumas es una técnica efectiva para reconstruir la dieta del águila perdicera durante el periodo de cría. Así se desprende de un artículo publicado en la revista The Ibis, firmado por investigadores de la Universidad de Barcelona con la colaboración de la Universidad de Exeter (Reino Unido).
Investigadores de la Universidad de Oviedo han marcado el azufre de la levadura de la cerveza con un método no radiactivo, de tal forma que al dársela de comer a ratas de laboratorio se puede rastrear el camino que sigue este elemento y analizar los aminoácidos y las proteínas donde se va incorporando. La técnica puede ser muy útil para estudiar in vivo el metabolismo de este micronutriente y ver cómo actúan los fármacos azufrados en el organismo.