Investigadoras del Museo Nacional de Ciencias Naturales han comprobado gracias a un experimento en condiciones naturales que las aves son capaces de detectar las feromonas que emiten sus presas. El estudio demuestra por primera vez que las aves insectívoras utilizan el olfato para percibir las señales químicas que emiten sus presas y así localizarlas y cazarlas.