Los astrónomos han descubierto lo que podría ser la estructura más grande conocida en el universo, que deja su huella en la radiación de fondo de microondas. Se trata de un supervacío relacionado con el denominado Punto Frío, una zona inusualmente fría del cielo cuya explicación trata un estudio dirigido por el Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái (EE UU).
En marzo de 2012, astrónomos aficionados tomaron desde diferentes rincones del mundo imágenes de un penacho emergiendo al amanecer en el borde del disco de Marte. Si bien las naves espaciales en órbita marciana han observado en numerosas ocasiones finas capas de nubes en el limbo, su altura máxima nunca ha superado los 100 km. Esta protuberancia, en cambio, superó los 200 km de altura. De momento, con el conocimiento actual de la alta atmósfera de Marte, no es posible explicar el fenómeno, que podría suponer un riesgo para futuras misiones en órbita baja en Marte.
El libro Esos astrónomos locos por el cielo o la historia de la observación de las estrellas dobles de Paul Couteau, fallecido el pasado agosto en Niza (Francia), ha sido publicado por la Universidad de Santiago de Compostela y presentado recientemente en la Librería Científica del CSIC. La también astrónoma Josefina Ling ha traducido al español esta obra sobre las personas que han consagrado su vida, y a menudo su fortuna, al estudio de las estrellas dobles.
El Gran Telescopio CANARIAS (GTC), ubicado a unos 2.400 metros de altitud en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma.