Los seres humanos podrían intercambiar enfermedades con los animales con más frecuencia de lo que se pensaba. Un nuevo estudio muestra que se debería vigilar cómo se propagan los patógenos en ambas direcciones y a gran escala para evaluar el riesgo con mayor precisión, como se está haciendo con el SARS-CoV-2.
Un equipo internacional de investigadores ha calculado que 5.579 especies animales están siendo explotadas en el mercado de vida salvaje. Los expertos también han previsto que otras 3.196 especies podrían estar en riesgo de una futura mercantilización.
A la hora de elegir un lugar de vacaciones, hay quienes se deciden por un destino que incluya animales salvajes que se puedan ver; pero también tocar, alimentar, comer o incluso matar. Una parte de la comunidad científica lucha por que se reconozca la ética animal en este sector y que se impulse la conservación.