Científicos españoles han señalado una diana terapéutica para evitar la formación de los numerosos vasos sanguíneos anómalos causantes de hemorragias digestivas, principal complicación en cirrosis. La misma diana podría ser clave para prevenir y tratar esta enfermedad, que es el mayor factor de riesgo para la aparición de cáncer de hígado y se encuentra entre las veinte primeras causas de muerte en el mundo.