Hasta hace solo unos años, los fondos someros cantábricos escondían verdaderos bosques de grandes algas pardas conocidas como laminarias. Pero el aumento de la temperatura de las aguas las ha arrastrado al borde de la extinción en estas costas y está acarreando múltiples consecuencias sobre el ecosistema, una situación que preocupa a científicos de toda Europa y que una investigadora de la Universidad de Oviedo ha seguido de cerca durante 20 años.