Los niveles en sangre elevados del antioxidante alfa-caroteno, presente en alimentos como las zanahorias, el brócoli o las espinacas, se relacionan con un menor riesgo de muerte durante un período de 14 años. Así lo indica un nuevo estudio, publicado hoy en la edición on line de la revista Archives of Internal Medicine, que muestra que el mayor consumo de frutas y verduras previene la muerte prematura.