Científicos españoles han conseguido desarrollar un nuevo tipo de vino con hasta cuatro grados menos de alcohol sin que varíe su equilibrio sensorial. El método empleado consiste en el empleo de levaduras no convencionales que respiran parte del azúcar de la uva gracias a un aporte controlado de oxígeno.
El centro de investigación vasco BCBL lidera el primer estudio que analiza la respuesta de la función cerebral al consumo de vino. La investigación, publicada en Plos One y en el que ha colaborado el Basque Culinary Center, busca tender puentes entre la producción vitivinícola y el conocimiento científico.
Ramón Bataller, experto en hepatología de la Universidad de Carolina del Norte, alertó durante una conferencia en el Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra del estigma que sufren las personas que padecen patologías de origen alcohólico y de la necesidad de instaurar medidas de detección precoz.
Un estudio publicado en la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research relaciona las variaciones genéticas en los receptores del sabor amargo y del calor con la predisposición a ingerir alcohol. Futuras investigaciones podrían evaluar si estas variantes están vinculadas con el consumo.
Si los progenitores consumen alcohol, es más probable que sus hijos conduzcan bajo sus efectos. Esta es una de las conclusiones extraídas de un nuevo estudio que analiza los datos de más de 30.000 estudiantes y su relación con la bebida y la conducción. Los resultados se publican en la revista Adicciones.
Un nuevo estudio revela, por primera vez, los daños estructurales a escala molecular ocasionados en el cerebro por el consumo crónico excesivo de alcohol. Esta investigación abre vías para generar nuevos fármacos y terapias que mejoren la vida de las personas alcohólicas y reduzcan las enfermedades asociadas y la mortalidad derivadas del alcoholismo.
Un estudio de la OMS revela hoy que en 2012 el número de fallecimientos por el consumo irresponsable de alcohol ascendió a la cifra de 3,3 millones. Además, el 38,3% de la población mayor de quince años consume un promedio de 17 litros de alcohol al año. Europa es la región con mayor índice de ingesta per cápita.
Un nuevo estudio analiza si una resaca después de una borrachera puede mediar en el tiempo que trascurre hasta el siguiente trago de alcohol. En contra de la creencia popular, los resultados indican que el malestar generado tras un episodio etílico posee un efecto muy modesto sobre la bebida posterior.
Investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y la Universidad Autónoma de Nayarit (México) han detectado que el consumo de alcohol los fines de semana puede afectar al ADN. Este estudio preliminar ha contado con la colaboración de estudiantes universitarios mexicanos, en los que se analizó el daño oxidatvo por la ingesta de alcohol.
Un nuevo estudio liderado por investigadores españoles revela que las personas dependientes al alcohol tienen menos dificultad para tomar una decisión ante un dilema moral que las no consumidoras, y suelen asumir una conducta emocionalmente aversiva en favor de un beneficio mayor.