Vigila a los niños cuando hay agua cerca, usa el chaleco salvavidas en las actividades náuticas, báñate en playas vigiladas, respeta las banderas del mar y, si ves a alguien que se ahoga, alerta a los socorristas y arroja material de flotación. Son las recomendaciones que recuerda la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) en el Día Mundial para la Prevención de los Ahogamientos.
Del millón de ñus que intenta cruzar cada año el río Mara entre Kenia y Tanzania, más de 6.000 mueren antes de alcanzar la otra orilla, el equivalente a 1.100 toneladas de biomasa. Según revela un nuevo estudio, los cadáveres de estos animales ahogados constituyen la principal fuente de alimento para el resto de especies que habita la cuenca del río, sobre todo para los peces, los principales beneficiarios.
Un reciente estudio analiza los episodios de ahogamiento atendidos en 21 hospitales de España durante los veranos de 2009 y 2010. El 60% de las víctimas eran menores de seis años y más del 70% no sabían nadar ni utilizaban flotador cuando sufrieron el ahogamiento. Además, en ocho de cada diez casos las personas que estaban a su cuidado admitieron una relajación en la vigilancia.
El circuito cerebral del miedo se encuentra situado en la amígdala.