Cuando se reducen las poblaciones de animales vertebrados de tamaño grande y mediano, se produce un fenómeno global conocido como “defaunación”, que repercute de forma negativa en el resto del ecosistema. Así lo revela un nuevo estudio liderado por el CREAF. Para los científicos, supone un claro aviso sobre la vulnerabilidad de los ecosistemas ante la pérdida de biodiversidad global.