El consumo de aguacate se ha incrementado a escala mundial en los últimos años, generando un gran crecimiento económico. Ahora, una nueva investigación internacional, donde han participado científicos españoles, ha logrado secuenciar el genoma de este fruto tropical. El trabajo ayudará en el futuro a los programas de modificación genética para optimizar el crecimiento de esta planta.
El hueso de aguacate –la cuarta fruta tropical más vendida del mundo– constituye una fuente de energía térmica con calidad superior a la cáscara de almendra y al hueso de aceituna, que se emplean en la actualidad como fuentes de biomasa. Así lo confirma un estudio que considera por primera vez las posibilidades energéticas de este fruto. Los científicos de las universidades de Córdoba y Almería utilizaron los huesos que se desechan en la elaboración del guacamole en varias fábricas de Málaga.
Científicos de varias instituciones españolas han comprobado que la cáscara de almendras favorece el desarrollo de ciertas bacterias implicadas en la producción de antibióticos que retrasan o inhiben el crecimiento de hongos en árboles de aguacates. Estas sustancias reducen o eliminan la actividad del microorganismo que pudre la raíz de estos árboles.