Los dilemas sobre el bienestar que plantea el cautiverio están en el centro del debate, en el contexto de la nueva legislación de protección de los derechos de los animales. En este caso, expertos en fauna y gestores de zoos hablan sobre el respeto a la dignidad de los mamíferos marinos y sobre la sensibilización de la población en esos centros.
Un estudio, liderado por la Universidad de Barcelona, confirma el valor científico de la afición a mantener peces de agua dulce en acuarios. Según los autores del artículo, la práctica contribuye a ampliar el conocimiento biológico sobre especies muy desconocidas por la comunidad científica; potencia la colaboración con científicos en la localización y descripción de especies nuevas para la ciencia.
Cazadas y perseguidas por su carne y espesa piel, las belugas son un anhelado objeto de deseo para decenas de acuarios del mundo. De los más de 230 ejemplares en cautividad, el 80% ha sido capturado en su hábitat natural, sobre todo en aguas rusas. Solo el Acuario de Vancouver (Canadá) prohíbe la adquisición de belugas salvajes. La reciente muerte de una de ellas en el SeaWorld de Orlando (EE UU) vuelve a centrar las miradas en las ballenas blancas.
Captura de ejemplares de beluga en el mar de Okhotsk (Rusia). El destino de estos cetáceos son los acuarios. / Evgeny Tagiltsev
Centro al este de Rusia (Nakhodka) en el que se retienen a las belugas de forma temporal antes de ser trasladadas a los acuarios. / Maxim Lanovoy