La práctica ancestral de las acequias de careo en Sierra Nevada se remonta a la Edad Media, cuando los musulmanes ya ‘sembraban’ agua del deshielo para recargar canales abiertos montaña abajo y garantizar su suministro. Hoy, una red mantiene viva esta práctica, en cuya conservación ha colaborado también el proyecto Life Adaptamed por ser un modelo de adaptación al cambio climático.