Una investigación internacional, liderada por la Universidad de Huelva, sobre un grabado descubierto en la roca de la Cueva de Gorham (Gibraltar) estima que la impresión de las líneas cruzadas que aparecen representadas fue probablemente trazada por neandertales. Esto supone que tendrían capacidad para la expresión abstracta.
Las obras de arte abstracto famosas alcanzan popularidad por recurrir a formas que “encajan” con los mecanismos neuronales del cerebro vinculados a la información visual.