Un equipo internacional de investigadores, en el que ha participado el Centro de Astrobiología, ha encontrado pruebas inequívocas de la existencia de una estratosfera en el exoplaneta WASP 121b, un gigante gaseoso situado a unos 900 años luz de la Tierra. Su atmósfera llega a alcanzar los 2.230 ºC, una temperatura capaz de fundir el hierro.