Desde hace décadas, se sabe que las células tumorales tienen un metabolismo alterado, lo que se refleja en múltiples rutas bioquímicas y, en especial, en la forma de obtener energía para su supervivencia. Un nuevo estudio describe ahora una lesión epigenética que en tumores humanos es responsable de originar esta vía alterada para que el cáncer obtenga energía.
El Hospital del Mar ha sido uno de los primeros centros en utilizar la tecnología láser para tratar la epilepsia y tumores cerebrales de forma mínimamente invasiva, segura y rápida. De momento, se han realizado tres intervenciones con éxito a pacientes con epilepsia. En solo 48 horas, recibieron el alta y se pudieron marchar a casa. El centro intervendrá a 10 pacientes cada año con esta técnica pionera.
Investigadores de la Universidad de La Rioja y otros centros europeos han diseñado moléculas que imitan a las que se encuentran de forma específica en los tumores, pero en este caso el sistema inmunitario las reconoce mejor como malignas, lo que facilita su ataque. El ensayo se ha realizado en ratones mediante el cambio de un átomo de oxígeno por otro de azufre en las moléculas.
Los tratamientos oncológicos pueden ocasionar efectos secundarios que se manifiestan hasta años después de recibir el alta. Un proyecto liderado por la investigadora Vivian Capilla-González y otro dirigido por el científico Daniel García Ovejero estudian los tumores cerebrales y los ependimomas para desarrollar nuevas estrategias y prevenir las secuelas.
En algunos casos, la radioterapia y la quimioterapia no resultan efectivas porque las células madre de los tumores son muy resistentes a estas terapias y la enfermedad se disemina hacia otras regiones. El proyecto liderado por María Salazar propone un nuevo enfoque para evitar las metástasis en los tumores mamarios.
Los demonios de Tasmania, protagonistas de #Cienciaalobestia, se han visto al borde de la extinción por la rápida propagación de la enfermedad tumoral facial en los últimos 20 años. Ahora, el análisis de ejemplares aparentemente resistentes al cáncer ha permitido descubrir genes y mutaciones que parecen estar involucradas en la regresión de los tumores.
Cuando se secuenció el genoma humano y el de otros animales, los científicos notaron una marcada periodicidad en el ADN: por cada 10 pares de bases se produce una mayor proporción de los de adenina-timina. Investigadores del IRB Barcelona han descubierto que la estructura que adopta el ADN cuando se empaqueta es la que está detrás de este misterio.
La nanotecnología y la biotecnología permiten, cada vez más, tratamientos personalizados contra el cáncer. Con una efectividad probada en ratones, un equipo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid ha preparado la nanoplataforma híbrida Janus, que consigue integrar tres tipos de imagen médica molecular para buscar y diagnosticar un tumor sólido. Con ello se consigue incrementar la sensibilidad, resolución y especificidad de estas pruebas.
Investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña y la Universidad de Barcelona han descubierto que la expansión de células tumorales no obedece las leyes de la física tal y como están formuladas actualmente. En un artículo publicado hoy en la revista Nature Physics, los científicos reformulan estas leyes y desarrollan un nuevo marco que puede contribuir a predecir las condiciones en las que los tumores inician la metástasis.