Un equipo del Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC) y del Centro de Investigación Príncipe Felipe halla un mecanismo que usan las células para evadir la quimioterapia. El trabajo abre la puerta a incorporar combinaciones de fármacos para inhibir la quimiorresistencia.
Un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas halla unas mutaciones poco frecuentes que potencian el efecto del fármaco temsirolimus en algunos pacientes con cáncer. Ahora se sabe que este medicamento y otros similares son idóneos para quienes tengan estas mutaciones en la proteína USP9X, que regula procesos celulares críticos para el avance de la patología.
Un equipo de matemáticos de las universidades Complutense y Carlos III de Madrid han identificado cambios de fase, como los que experimenta el agua, en comportamientos caóticos de animales que se mueven juntos. El avance se podría aplicar al estudio del movimiento celular o de tumores.
Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona han descubierto que la proteína CPEB4 es esencial para que las células inmunitarias se adapten al estrés crónico generado por la secreción de citoquinas y puedan eliminar las células cancerosas. El hallazgo se ha publicado en la revista The EMBO Journal.
Esta técnica no invasiva, desarrollada por investigadores españoles, consiste en un análisis que posibilita la detección de presencia del ADN liberado por las células tumorales a la sangre.
Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han descubierto que una alteración que afecta al gen VAV1 es clave en el desarrollo de estos tumores y desempeña funciones protumorales distintas según el órgano en el que surge.
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y otras instituciones internacionales han puesto a punto un método para descifrar el caos genético de los cánceres más mortales y utilizar esta información para tratarlos de forma más eficaz.
Mejorar el diseño de las vacunas contra el cáncer es uno de los grandes retos de la investigación contra esta compleja enfermedad. Un equipo internacional ha analizado en ratones y primates no humanos una forma de matar los tumores más difíciles de tratar que resisten las inmunoterapias actuales.
Un consorcio internacional liderado por el IRB Barcelona y la empresa Merus ha descubierto MCLA-158, un anticuerpo dirigido a células madre cancerosas de tumores sólidos que, además, impide la aparición de metástasis en modelos experimentales. Está en marcha un ensayo clínico para probarlo en humanos.
Investigadores del CNIO han descubierto el mecanismo que causa la resistencia a la radioterapia, así como un fármaco que podría revertirla. Además, solo es necesario realizar un análisis de sangre para identificar los pacientes a quienes beneficiaría este tratamiento y a los que no, para evitar efectos secundarios inútiles.