La Universidad de Córdoba ha desarrollado una metodología que ayuda a determinar la ausencia de patógenos en alimentos mediante la cuantificación de los subproductos que surgen por usar desinfectantes durante su procesado. La técnica ya la habían aplicado con éxito en vegetales, zumos y leche, y ahora se ha adaptado por primera para los quesos europeos, desde frescos griegos a curados españoles.
Investigadores de ainia centro tecnológico y Aperitivos Medina han creado un sistema que detecta cualquier objeto extraño, como piedras o ramas, en medio de los frutos secos. La compañía ya ha implantado este sistema automático basado en química infarroja y que trabaja en tiempo real.
Las características organolépticas de la cerveza, como la espuma, el cuerpo o el amargor, vienen definidas tanto por las materias primas utilizadas (malta, lúpulo, levadura y agua) como por el método de producción de cada maestro cervecero. En el caso del amargor, es una de las propiedades más apreciadas por parte del consumidor y su control es esencial para que el producto final tenga éxito en el mercado. Con el objetivo de dar respuesta a esta necesidad, investigadores del Área de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Valladolid estudian en profundidad los compuestos responsables de la aparición del amargor y sus particularidades para ajustarlas al gusto de los consumidores.
Investigadores del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas, un centro mixto de la Universidad Politécnica de Madrid y del INIA, participan en el proyecto MELONOMICS de la Fundación Genoma para la secuenciación y anotación del genoma del melón.