La colaboración internacional T2K, que lanza haces de neutrinos o antineutrinos entre dos laboratorios japoneses separados casi 300 km, ha presentado una nueva medida que refuerza la posibilidad de que la simetría entre la materia y la antimateria puede ser violada en la oscilación de estas partículas. Sus experimentos sobre la llamada violación CP o de carga-paridad sugieren que existe una diferencia entre las probabilidades de oscilación de neutrinos y antineutrinos.
Los experimentos de oscilaciones de neutrinos desarrollados por cinco colaboraciones científicas han recibido el Breakthrough Prize for Fundamental Physics, un premio mejor dotado que el Nobel. El galardón reconoce la importancia de estas oscilaciones para llegar a resolver el enigma de la ausencia de antimateria en el universo. Los institutos españoles IFAE de Barcelona e IFIC de Valencia han participado en estas investigaciones.
La colaboración T2K ha observado la aparición de tres candidatos a antineutrinos de tipo electrón en el detector japonés Super-Kamiokande a partir de un haz de antineutrinos de tipo muón, generados en el acelerador de J-Parc, a casi 300 kilómetros de distancia. Esta aparición y desaparición de tipos de neutrinos y antineutrinos es un fenómeno conocido como 'oscilación de neutrinos'. Su estudio permite abordar la pregunta de por qué vemos más materia que antimateria en el universo. Dos institutos españoles participan en el hallazgo.
El experimento de neutrinos T2K presenta en Neutrino 2012, la conferencia que se celebra en Kioto del 3 al 9 de junio, una mejora de la medida de la oscilación de los neutrinos muónicos en electrónicos. Tras el terremoto que sufrió Japón en 2011, se trata de los primeros resultados de T2K, que trata de confirmar si el origen de la asimetría entre la cantidad de materia y antimateria en el universo se podría encontrar en los neutrinos.
El estudio de los neutrinos en el experimento T2K, situado en Japón, abre la puerta para entender por qué el universo está hecho de materia y no de antimateria. En él participan más de 500 investigadores de 12 países, entre los que se encuentran dos grupos españoles, el Institut de Fìsica d’Altes Energies (IFAE, consorcio Generalitat de Catalunya-Universitat Autònoma de Barcelona) y del Institut de Fìsica Corpuscular (IFIC, CSIC-Universitat de València).