Cuanto más potentes son los supercomputadores, más se calientan. La mitad de su consumo se va en su refrigeración mediante aire y en salas a muy baja temperatura, lo que se traduce en carísimas facturas eléctricas. Sin embargo, IBM ha desarrollado una tecnología que enfría los equipos con agua llevada hasta su interior a través de microcanales, imitando la circulación de la sangre. Con esta técnica se refrigera SuperMUC, el mayor superordenador europeo, ubicado en Leibniz (Alemania), que logra ahorros energéticos del 40%.
Detalle de la canalización que lleva el agua para refrigerar los procesadores. / IBM Research
Ingmar Meijer (izquierda) y Torsten Bloth, responsables de la arquitectura de refrigeración y sistemas de SuperMUC: / IBM Research