Esta vista infrarroja captada por Cassini muestra el sol brillando en los lagos polares del norte de Titán. / NASA / JPL-Caltech / Univ. Arizona / Univ. Idaho
Ejemplos de las seis geomorfologías registradas en Titán con imagen radar. / Rosaly Lopes et al./Nature Astronomy
Hasta ahora se habían observado dos tipos de tormentas en Saturno: las colosales Grandes Manchas Blancas y otras mucho más 'pequeñas' y aisladas. Investigadores de la Universidad del País Vasco y la Politécnica de Cataluña informan por primera vez de un tercer tipo de tormentas intermedias y múltiples, como las cuatro que se observaron en 2018 en la región polar norte del gigante gaseoso.
Tormentas 1 y 2 proyectadas sobre un planisferio (parte superior) e interacción entre las dos tormentas simulada por ordenador (secuencia inferior). / UPV/EHU-UPC
En el disco de escombros que ha quedado tras la explosión de una estrella, convertida ahora en una pequeña enana blanca, ha permanecido el resto de un antiguo planeta. Este planetesimal orbita dentro de lo que fue el radio original de su ‘sol’ y seguramente ha perdurado gracias a su riqueza en metales pesados, como el hierro y el níquel.
El asteroide Bennu, clasificado como potencialmente peligroso por su proximidad a la Tierra, es más antiguo de lo esperado, con una edad de entre 100 millones y 1.000 millones de años, y características similares a los meteoritos más primitivos. En su superficie abundan los minerales hidratados y aparecen rocas grandes. Estos son algunos de los datos que ha recogido la nave OSIRIS-REx de la NASA mientras orbita alrededor de él.
Desde que en junio pasado alcanzó el asteroide Ryugu, la sonda japonesa Hayabusa 2 ha fotografiado y recogido datos sobre este objeto con forma de peonza. Las observaciones revelan que es una 'pila de escombros' de origen diverso, con minerales hidratados y rico en carbono, una información que puede ayudar a conocer mejor los ingredientes para la vida en el primitivo sistema solar.
Ilustración de las siete lunas interiores de Neptuno / Mark R. Showalter, SETI Institute
La misión Lisa detectará las ondas gravitacionales desde el espacio, Euclid investigará la misteriosa energía oscura, la sonda BepiColombo llegará a Mercurio, se fabricará el gran observatorio de rayos X Athena y una flota de nuevos satélites ofrecerá datos inéditos sobre exoplanetas. Estos son algunos de los proyectos que la Agencia Espacial Europea prepara para las próximas dos décadas, según ha explicado en España su director de Ciencia, Günther Hasinger.
Astrónomos estadounidenses han detectado un cuerpo celeste a una distancia 100 veces más lejos que la que hay entre la Tierra y el Sol. Se trata de un planeta enano denominado 2018 VG18, rebautizado como Farout, que en inglés significa tanto ‘lejos’ como ‘una chulada’.