Un equipo de investigadores italianos de la iniciativa europea Graphene Flagship ha descubierto que las nanoherramientas de grafeno pueden activar la formación de hueso en un experimento con ratones. Esperan que el descubrimiento tenga aplicación clínica algún día.
El proyecto ‘Brains on Board’ es una colaboración entre varias universidades británicas asociado al Human Brain Project que busca ‘traducir’ el cerebro de hormigas y abejas en algoritmos que entienda una máquina. Su objetivo es crear autómatas igual de eficientes que puedan utilizarse en tareas de rescate, exploración espacial y análisis de terrenos.
Las moléculas de agua distorsionan la resistencia eléctrica del grafeno, pero un equipo de investigadores europeos ha descubierto que, cuando este material se integra con el metal de un circuito, la resistencia de contacto no se ve perjudicada por la humedad. El hallazgo ayudará a desarrollar nuevos sensores –interfaces entre la electrónica y el mundo real– con una significativa reducción de costes.
Investigadores de IMDEA Nanociencia y otros centros europeos han descubierto que la unión del grafeno con el cobalto ofrece propiedades muy relevantes en el campo del magnetismo. El avance sienta las bases para desarrollar nuevos dispositivos lógicos capaces de almacenar gran cantidad de datos, de forma rápida y con un consumo de energía reducido.
El Proyecto Cerebro Humano es una mastodóntica iniciativa europea que cuenta con numerosas ramas. Como parte asociada a él, investigadores italianos han desarrollado un modelo del cerebelo con el que estudiar cómo funciona esa zona del encéfalo y cómo se ve afectada en caso de enfermedad.
Las extraordinarias propiedades mecánicas y electrónicas del grafeno dotan a este material de carbono de unas características adecuadas para multitud de aplicaciones, que se pueden ampliar todavía más introduciendo otro tipo de átomos en su superficie. Pero surge un problema: la baja reactividad del grafeno. Una de las soluciones es fabricar derivados de este material a partir del fluorografeno, que con nuevos solventes y técnicas para eliminar o sustituir los átomos de fluor, permite producir grafeno con nuevas funcionalidades.
Aunque existen técnicas para analizar lo que ocurre en el cerebro mientras ejecutamos alguna actividad, un nuevo método basado en ultrasonidos soluciona los problemas de los anteriores: es portátil, tiene una mejor resolución y puede utilizarse en movimiento. Un equipo europeo de investigadores ha validado su eficacia en roedores activos y anestesiados.
El neurocientífico Gustavo Deco bromea: “Sobre el cerebro básicamente no sabemos nada”. Este argentino, doctor por partida triple –en Física, Computación y Psicología–, espera que la unión de esfuerzos de todas las disciplinas desvele los secretos del órgano más complejo. Ahora, investiga la enrevesada red de conexiones que se activan cuando hacemos algo tan aparentemente sencillo como distinguir objetos con la vista.
Una región del cerebro que se extiende por los dos hemisferios, el planum temporale, es mayor en el izquierdo que en el derecho. El hallazgo se vinculó en la década de 1960 con la localización del procesamiento del lenguaje en el hemisferio izquierdo, pero hoy investigadores europeos muestran que esta asimetría no es un marcador de la lateralización del lenguaje.
Cuando dormimos, nuestro organismo atraviesa diferentes fases del sueño, pero el cerebro sigue interconectado durante el sueño no REM, algo que se pensaba que no ocurría. El hallazgo por parte de un grupo europeo de investigadores ha permitido también analizar las bases científicas de la consciencia, un campo cada vez más importante de la neurociencia.