El culto a la belleza en ocasiones ha perjudicado la salud, y los dientes de nuestras antepasadas son una prueba de ello. Desde finales del s XV, muchas mujeres preferían soportar las caries y otras infecciones de muelas antes que lucir un hueco en sus sonrisas. Ahora investigadores del área de Antropología Física de la Universidad de Oviedo han incorporado la perspectiva genética a sus estudios con un rastreo de los orígenes de la población asturiana mediante análisis de ADN.