Son lentas, ciegas y antiguas, pero la Evolución las ha compensado convirtiéndolas en “gigantes de mentira”. Es la estrategia que utilizan las medusas para conseguir alimento, y tras 500 millones de años resulta ser tan efectiva como el desarrollo de ojos y la natación rápida por parte de los peces. José Luis Acuña, profesor de la Universidad de Oviedo; Ángel López-Urrutia, investigador del Centro Oceanográfico de Gijón-IEO; y Sean Colin, de la Roger Williams University (EE UU) desvelan en la revista Science los entresijos de la evolución de estos poco estudiados animales y lo delicado de su equilibrio con los peces.