Detrás del boom por esta nueva internet en 3D, repleta de experiencias, se esconden años de desarrollo de gafas de realidad virtual y el software abierto, sin olvidar la tecnología 5G, las criptomonedas e incluso los efectos de la pandemia. Nos lo cuenta uno de los directores creativos que ha colaborado con Meta en la organización de conciertos virtuales.
La empresa de Mark Zuckerberg no pasa por su mejor momento. Proyecta una imagen poco ética, salpicada por escándalos como fallos de seguridad, invasión de la intimidad de sus usuarios y sesgos políticos. Así que el CEO de la famosa red social, y dueño también de WhatsApp e Instagram, ha decidido dar un giro al negocio. Ha anunciado que su firma pasará a llamarse Meta para reflejar su nueva estrategia, centrada en un mundo virtual llamado metaverso.
La controvertida empresa de Mark Zuckenberg, envuelta últimamente en múltiples escándalos y criticismo, quiere llamarse ahora de otra manera. Entre sus principales objetivos, figura el desarrollo de un universo virtual denominado metaverso, donde los usuarios se moverán con sus avatares personalizados, vestirán con ropa digital y acudirán a eventos como conciertos.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado interfaces de realidad virtual para que las personas invidentes puedan familiarizarse con un lugar desconocido antes de visitarlo. El avance se ha implementado en smartphones como si fuera un videojuego y ya lo han probado con éxito algunos voluntarios de la ONCE.
Un equipo de la Universidad de Barcelona ha usado la realidad virtual para observar los efectos de hablar con uno mismo como si se tratara de otra persona. Los resultados revelan que una conversación con un yo en un cuerpo distinto contribuye a mejorar el estado de ánimo, más que hablar sobre los problemas en una conversación virtual con un guion preestablecido. Los médicos podrían utilizar este método para ayudar a los pacientes a tratar sus problemas personales.
Por primera vez, investigadores del Instituto de Bioingeniería de Catalunya han registrado en humanos y de manera simultánea la actividad cerebral de dos áreas clave vinculadas a la memoria: el hipocampo y el neocórtex. El estudio se ha realizado gracias a la participación voluntaria de personas con epilepsia, que, debido a su enfermedad, llevan implantados electrodos intracraneales. Los participantes llevaron a cabo tareas de memoria espacial, haciendo uso de la realidad virtual.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y la red Cenit han creado T-ROOM, un sistema de realidad virtual e inteligencia artificial que facilita la detección precoz y personalizada del autismo. Esta herramienta reduce los tiempos de diagnóstico a una hora, cuando lo habitual supera las 15.
El estadounidense Ivan Sutherland ha sido reconocido con el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Tecnologías de la Información y la Comunicación por revolucionar la interacción humano-máquina a través de los gráficos por ordenador y la realidad virtual. El informático diseñó el primer sistema que permitía interactuar con un ordenador a través de la manipulación de iconos.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado una interfaz de realidad virtual que permite a un solo operador supervisar misiones con múltiples robots. Esto supone una gestión con mayor consciencia de la situación además de una menor carga de trabajo.
Desde 1996 sabemos que existen células nerviosas que controlan el mecanismo cerebral de la empatía, responsables de fenómenos como la risa contagiosa. Su descubridor, Giacomo Rizzolatti, desvela algunas de sus aplicaciones médicas actuales, potenciadas por tecnologías como la realidad virtual.