En los tiempos que corren ya no es preciso argumentar a favor del uso de las tecnologías de la información y de las comunicaciones en el funcionamiento cotidiano de las empresas. ¿Pero se está explotando todo el potencial que ofrecen estas tecnologías? Imaginemos el trabajo de una persona experta en el sector ferroviario que tiene que elaborar los turnos de trabajo de una plantilla de maquinistas que prestan sus servicios en una línea y veamos qué pasa.