Después de colarse en los laboratorios más punteros del mundo durante su año en el MIT, Pere Estupinyà (Tortosa, 1974) decidió acotar su campo de investigación y dedicarse al sexo. Para escribir su libro S=ex2.La ciencia del sexo, ha visitado los centros donde los científicos exploran los recovecos de la sexualidad humana; incluso se ha prestado voluntario en experimentos y ha extendido su estudio de campo a clubes de sadomasoquismo, reuniones de asexuales y locales de swingers. Este fin de semana firmará ejemplares en la Feria del Libro de Madrid.
La misión de SINC va más allá de informar, y sirve para mejorar el periodismo científico español. Puede ser un laboratorio de pruebas tanto para temas y enfoques innovadores como para nuevos talentos.
Los científicos ya saben cómo mejorar la memoria con fármacos inteligentes, cambiar de estado de ánimo aplicando una corriente sobre el cráneo y encender y apagar circuitos neuronales con rayos de luz. Hay quienes incluso están a favor de implantar electrodos y sensores directamente encima de la corteza cerebral para tratar dolencias. La ‘neurología cosmética’ no solo pretende curar cerebros enfermos, sino mejorar los sanos ‘a la carta’.
El 95% de los cultivos de boniato de todo el mundo se producen en países en vías de desarrollo. Es barato, nutritivo y calórico; y ahora, además, los científicos se proponen biofortificarlo para que tenga más nutrientes y sea más resistente al ambiente. Nuestro corresponsal Pere Estupinyà ha visitado el Centro Internacional de la Papa en Lima, donde su directora, Pamela Anderson, busca la mejor combinación genética para conseguir boniatos adaptados a las necesidades alimenticias de los más pobres. Tras su viaje, Estupinyà plantea una revisión crítica del debate ‘transgénicos ¿sí o no?’.
Pamela Anderson, directora del Centro Internacional de la Papa en Lima (Perú), con unas muestras de sus cultivos. Foto: Pere Estupinyà.
Pere Estupinyà (Tortosa, 1974) está tan convencido de la importancia que el conocimiento científico aporta a la sociedad que abandonó su doctorado en genética para dedicarse de lleno a la divulgación. Editor y guionista del programa Redes durante cuatro temporadas, tras su paso por la Universidad de Harvard ha compaginado el estudio del fenómeno del periodismo científico en América Latina para el Knight Tracker del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) con la elaboración de su primer libro. Se trata de El ladrón de cerebros, que acaba de ver la luz y donde reflexiona sobre las cuestiones científicas más candentes del siglo XXI.