Un equipo científico de la Universidad de Barcelona y del Consejo superior de investigaciones científicas ha descubierto en el cañón de La Fonera –conocido también como el cañón de Palamós en la costa de Girona (Cataluña)– unas ricas comunidades de corales profundos, un ecosistema marino muy vulnerable a la actividad humana.
Estudiar la topografía submarina y los procesos dinámicos de los fondos marinos del margen continental del litoral catalán, en especial de los cañones submarinos del cabo de Creus, Palamós y Blanes, será la primera misión científica del vehículo submarino no tripulado de gran profundidad, el Liropus 2000 del Instituto Español de Oceanografía (IEO). El proyecto se enmarca en la campaña oceanográfica Promares - Oasis del Mar, que dirigirá el catedrático Miquel Canals, jefe del grupo de investigación consolidado (GIC) Geociencias Marinas de la UB, a bordo del buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).