El gigante farmacéutico británico GlaxoSmithKline puso en marcha hace cuatro años en sus instalaciones de Tres Cantos (Madrid) Open Lab, una iniciativa que promueve la colaboración entre investigadores de todo el mundo para avanzar en nuevos tratamientos de enfermedades de países en vías de desarrollo como la malaria. Gracias a este impulso, ya se han desarrollado dos compuestos prometedores contra esta patología que serán ensayados con humanos en fase 1 a finales de año.