Hasta ahora se había analizado la Vía Láctea con luz visible e invisible, como los rayos X y las ondas de radio, pero el experimento IceCube localizado en la Antártida la ha observado con algo que no es luz: neutrinos de alta energía procedentes del plano galáctico.
Los neutrinos pueden ser claves para resolver el misterio de los inicios del cosmos, pero primero hay que hacer “importantes actualizaciones” en los modelos, advierte esta semana un grupo de físicos en la revista Nature tras realizar experimentos más sencillos con otras partículas, los electrones.
Cerca de un millar de físicos y físicas de todo el mundo han presentado esta semana los últimos resultados sobre la búsqueda de materia y energía oscuras, ondas gravitacionales, neutrinos y otras astropartículas. Entre ellos, la cosmóloga italiana Licia Verde explica cómo avanzan las investigaciones y los experimentos más punteros sobre nuestro universo.
El experimento internacional Borexino, en el que participan investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, ha detectado neutrinos producidos en el Sol mediante un ciclo de fusión de hidrógeno canalizado por carbono, nitrógeno y oxígeno. Este ciclo es el que predomina en la multitud de estrellas masivas que brillan en el universo.
Este verano se han introducido varias toneladas de sulfato de gadolinio en el gigantesco tanque de agua ultrapura del detector Super-Kamiokande, situado a un kilómetro bajo tierra en una mina de Japón. La adición de esta tierra rara abre la posibilidad de descubrir los esquivos neutrinos que han producido las explosiones de supernova desde los inicios del universo.
En un laboratorio subterráneo de Italia, la colaboración científica XENON1T se ha topado con una enigmática señal mientras buscaba materia oscura. Un investigador español que participa en este proyecto nos explica las tres posibles explicaciones: contaminación por tritio, interacción de los neutrinos y un excitante hallazgo de axiones solares, una partícula desconocida. En pocos meses sabremos la solución con un nuevo detector.
Científicos del País Vasco han demostrado que es posible construir un sensor, basado en una nueva molécula fluorescente, capaz de detectar una desintegración clave para saber si un neutrino es o no su propia antipartícula. Descubrir esto podría aclarar por qué la materia triunfó sobre la antimateria en los albores del universo.
En la cordillera andina desde hace diez años se planea instalar un laboratorio para cazar las partículas más misteriosas del universo: neutrinos y materia oscura. Las crisis y el desinterés político pusieron su construcción en pausa. Ahora, los científicos latinoamericanos han recobrado las esperanzas.
Los estudios de ese astrofísico canadiense permitieron descubrir que los neutrinos cambian de identidad y tienen masa. Sin embargo, Arthur McDonald ha visitado España para seguir de cerca los avances sobre otro asunto no menos apasionante: la materia oscura.
El rastro de los Reyes Magos se pierde antes de llegar al más remoto de los continentes, la Antártida. En este vasto desierto helado, con temperaturas que llegan a alcanzar los 90 grados bajo cero, solo unos pocos científicos pasan la Navidad trabajando. Tres de ellos nos cuentan cómo celebrarán estas fechas en medio de la nada.