Los neandertales de la región francesa de Poitou-Charentes cortaron, golpearon y fracturaron los huesos de sus congéneres recién fallecidos. Así lo revelan los restos fósiles de dos adultos y un niño hallados en el yacimiento de Marillac. Estas manipulaciones se han observado en otros yacimientos neandertales, pero los científicos aún desconocen si lo hacían por razones alimentarias o ceremoniales.